¡Hola, pajarillos !
Lo primero de todo es pedir disculpas, pues os dije que todos los miércoles a las 20:00 horas saldría una nueva entrada, y la semana pasada fue imposible publicarla y esta semana solo veréis esta. Como bien os he dicho, la anterior fue una misión sin capacidad de conseguir; pues he estado toda la semana de un lado a otro buscando pisos, super desubicada y sin poder dedicar unos minutos a una entrada tan personal como sería aquella en la que hablo de mi infancia. Por consiguiente, estos días he estado sin internet en mi casa, los cambios de compañía son siempre horrorosos y nos desconectaron todo sin avisar. Además, a todo esto tengo que sumar el examen de psicología que me queda por terminar el día 4, y paso muchas horas estudiando. Sin olvidar que el poco tiempo que me queda para organizarme lo he estado implicando en asuntos médicos y en pasar tiempo con mi abuela, pues ahora es cuando más me necesita y todos aquellos que me leéis ya sabéis la situación que se vive en mi entorno.
Os ruego que me disculpéis y comentaros que si puedo publicaré el miércoles que viene a la hora de siempre, si no el día 5 me tenéis de vuelta con normalidad y a partir de dicha fecha las entradas serán los miércoles y los domingos. Estos últimos tendrán unas dinámicas muy divertidas si las condiciones lo permiten.
Sin mas dilaciones, nos vemos en unos días pajarillos, espero que estéis empezando el verano con los dos pies, nada de supersticiones, que si no es así estéis estudiando millones, pues las segundas oportunidades existen y ... ¡RECUERDA, NO HAY NADA MEJOR QUE SENTIRSE LIBRE!
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