jueves, 1 de junio de 2017

Ojalá seas tan feliz que no sepas si sueñas o vives.


¡Hola, pajarillos!

Antes que nada lo primero es pediros disculpas por la hora y el día. Sé que nuestras citas son los miércoles a las 20:00 horas, pero también sabéis la situación en la que me encuentro, y es que últimamente los exámenes ocupan todo mi tiempo libre y el que no también.

Hoy no sabía muy bien el tema que elegir y he decidido indagar en YouTube y buscar alguna historia que mereciese la pena dar voz y visión. Este es el video seleccionado, espero que lo echéis un vistazo y ahora os comentaré un poco.



Cuando hablo de porque elegí esta carrera entre tantas siempre suelo decir que es por lo que siento cuando  veo a gente que necesita ayuda. Sin embargo, cuanto más estudio y más veo la sociedad que tenemos, más creo que es por emociones. Para mí, desde que nos levantamos vivimos por emociones, ya bien sean deseos, motivaciones, o cualquier síntoma que despierte en nosotros la necesidad de movernos, de cambiar, de buscar algo más. Lo primero que hacemos muchas veces nada más levantarnos es desear la  noche para volver a dormir, o esos preciosos zapatos, la nota que deseamos, pasar los exámenes... cosas meramente superficiales en numerosas ocasiones.

Hoy algo en mí ha cambiado. No es la primera vez que veía este video, pero sí es verdad que esta vez lo he visto de otra manera. Me ha hecho replantearme muchas cosas, millones; pero sobre todo si quiero seguir con la vida que llevo. Muchos sabéis que soy hermana mayor, que tengo una preciosa niña que  amo como si fuese mi hija, pero que exijo mucho. Siempre quiero que de más, que si un cinco lo saca, que saque un 8, que vaya bien vestida, que sea respetuosa, que no haga cosas feas, que ayude y que no cometa errores. Sin embargo, después de esto, mi relación con ella cambiará. Solo quiero que cuando se levante por la mañana no tenga presión, que no se moleste en contentar a nadie más que a ella, que haga lo que siente, pero sobre todo, sobre todo, que sea feliz, porque tengo una suerte inmensa de vivir mi día a día con ella y eso es lo que a mí me hace feliz. No necesito sus sobresalientes, sus "usted" o sus mejores vestidos, necesito saber que hoy se ha metido en esa cama con dibujos de Londres con una sonrisa y que mañana, amanecerá como si la ciudad la tuviese conquistada, desubicada de la belleza que rodea su día a día, como si ese sueño de anoche fuese una inmersa realidad.

Ser feliz no cuesta tanto, lo que cuesta es darnos cuenta de que vivimos rodeados de cosas que no nos hacen felices, pues la felicidad no son cosas ni es temporal; son detalles y somos nosotros.

¡RECUERDA, NO HAY NADA MEJOR QUE SENTIRSE LIBRE!

No hay comentarios:

Publicar un comentario