miércoles, 26 de abril de 2017

Mi libertad.

Soy una chica del montón, nunca me he considerado especial, al contrario. Siempre he sido reservada, me ha dado mucho miedo lo que los demás pensasen de mi, solo he sido capaz de hablar mis cosas con mis amigas, y el hecho de ser sociable me ha dado pánico por lo que la gente pudiese pensar de mí. Mi altura también es algo que ha sido criticado, incluso me ha acomplejado muchas veces. En el colegio me confundían con una chica más mayor de lo que soy, también es cierto que siempre he sido de tener un desarrollo físico antes que muchas de las chicas de mi edad. Otro de mis complejos ha sido los granos, me salieron antes que a las chicas de mi clase y escuché comentarios de todo tipos, pero como podéis imaginar los únicos reconfortantes eran los de mi madre.

Cuando tuve unos quince años, viví una experiencia que cambió mucho mi forma de vivir la vida, pues ya sabéis que a esa edad empecé con la persona que ha sido mi pareja durante tres años prácticamente. Tuve que enfrentarme a comentarios de diversos tipos, por no hablar de las críticas que viví en mi casa y las peleas que esto trajo. También tengo que destacar que, gracias a Dios, mis amigas fueron pilares de lo más confortable y quienes siempre me han tendido su brazo para poder hacer cualquier cosa, un apoyo incondicional diría yo. En ese momento de mi vida, me di cuenta que yo no podía vivir en un mundo que no era el mío, o llevar una vida que no era la que sentía por miedo a lo que los demás pensasen de mí, de mis gustos o de mi estilo de vida.

Así estuve hasta que hice los 18 más o menos, y me vine a Cáceres. El primer día que hice aquí amigas lo primero que dije fue como era mi vida, pues si alguien no me respeta no merece estar en mi vida y no tengo que ocultar lo que soy, porque lo que soy es una persona normal que tiene derecho a vivir su vida a su manera. En estos últimos cuatro meses las cosas han cambiado de forma acelerada; mi pareja de la adolescencia dejó de serlo para abrir paso a nuevas experiencias, apareció hace cuestión de un año una persona que se ha convertido en una amiga ejemplar, mi Eva; mis compañeras de piso han sido un descubrimiento total y mi vida se ha caracterizado por una libertad desmesurada.

Para terminar, voy a centrarme en eso que el título destaca, mi libertad. Mi compañera de clase dice que es una palabra que repito demasiado, que la tengo como un marcador. Lo que ella no sabe es que esa palabra es para mí importante por todo lo anterior, porque yo he estado viviendo mucho tiempo encerrada en alguien que no era yo, no he tenido capacidad de expresar lo que siento y he temido decir muchas cosas por lo que fuese a pasar. Sin embargo, mi vida está en un punto en el que soy totalmente opuesta a represiones, tengo tranquilidad con mi físico, mi forma de ser, y mi entorno en general. Desear a todos y cada uno de vosotros que acabéis con todo eso que os frena, que viváis vuestra vida y si en el camino alguien os dice que vuestra nueva vida es decepcionante, o inesperada, no os preocupéis, quien quiera que estéis en su vida y quiera estar en la vuestra, os querrá libres.



Para que os hagáis una idea de lo que es para mí, este tatuaje me lo hice hace unos dos meses en las costillas. Soy libre, y que bonito es sentirse así. Como te quiero libertad.

¡RECUERDA, NO HAY NADA MEJOR QUE SENTIRSE LIBRE!

4 comentarios:

  1. Hola Arantxa, enhorabuena por tu publicación. De verdad me parece muy bonito que, expresando tu vida, nos muestres qué significa la libertad para ti. Realmente tienes toda la razón, somos libres de hacer con nuestra vida lo que nos plazca, para eso es nuestra, y nadie debe venir a decirnos cómo o no llevarla. Me alegro que hayas superado todo lo pasado y por fin hayas encontrado tu libertad.
    Un beso guapa.

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  2. Muchas gracias por tu comentario Lorena. Vivimos en una sociedad donde muchas veces se confunde ser libre con agredir o no atender a responsabilidades, y lo cierto es que hay muchas formas de ser libres y yo con la mía estoy muy contenta.
    Un saludo corazón.

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  3. En ocasiones cuando escucho salir de tu boca la palabra libertad, te suelo decir que pesadita estas con la palabra, porque la verdad es que son muchas las veces que la repites. Pero al igual que te digo eso también tengo que ser honesta y darte las gracias. La gracias por abrirme los ojos y hacerme ver que por lo que hay que luchar día tras día y sin rendirse, es por la felicidad de cada uno. Sabes que me cuesta hablar sobre mis sentimientos, pero tengo que decirte que para mi eres un ejemplo a seguir y que mi camino a tomado un buen rumbo gracias a ti, ya que me has enseñado muchas cosas que desconocía. No he sabido que era exactamente la palabra LIBERTAD hasta que no te conocí ya que reflejas su significado mejor que nadie, eres muy especial y esa libertad de la que habla y que sientes te hace serlo aun más. Me encantan que expreses con tanta sencillez lo que es para ti vivir la vida. Un saludo.

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    1. Sorpresa para mis ojos leer palabras tan gratificantes de tu boca. Gracias por dedicarme tal puesto en tu vida, pues no estamos acostumbrados a escuchar lo positivo que reflejamos en los demás, pues siempre es mucho más fácil decir las cosas malas que las buenas. Mi único deseo para ti es que nunca tomes a nadie como ejemplo, tomate a ti misma; sal, diviértete, rie, llora, quiere, disfruta, porque somos un volcán a punto de estallar. Como una canción que me encanta dice : Pá qué darme por sentado si quiero sentir.
      Un saludo, vive libre, eres libre.

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