jueves, 27 de abril de 2017

Sexoturismo.

Esta semana me ha tocado desempeñar el papel de estratega y como tal tenía que asignar los roles a mis compañeras. Una vez hecho el reparto, tenía que atribuirme otro más a mi misma, en este caso decidí que fuese crítica. Sin más dilaciones, me centraré en el turismo sexual o sexoturismo.

Antes que nada, vamos a empezar por definir qué es el turismo sexual. Este consiste en viajar de un país a otro para buscar relaciones sexuales, ya bien sea con prostitutas, menores, varones, mujeres...
La justificación de ello se puede dar basándose en aspectos como el sistema político ( lo que se permite o no se permite en un país, por ejemplo los pedófilos), la economía ( el precio a las relaciones sexuales),impunidad del delito, etc. Destacar, también, la historia de esta palabra; para empezar el sexoturismo no es conocido como tal hasta el siglo XX, unido al trato de blancas y a la pedofilia. El objetivo que se tenía con esta "legalización" ( empleo esa palabra porque es necesario recordar que hay países donde sí está permitido) era evitar en cierto modo las enfermedades de transmisión sexual o "normalizar" la situación que millones de personas vivían. Sin embargo, los inicios más remotos de esta práctica sexual vienen dados por Francia, en el siglo XIX, cuando unido a la Revolución Industrial fomentaron la creación de los famosos Cabaret. No debemos olvidar que, por desgracia, esta situación se ha estado viviendo durante siglos anteriores, pero no es hasta ahora cuando se le pone nombre.

En cuanto a este campo, siguen habiendo dos grupos de personas, los defensores y los detractores. Los defensores del turismo sexual son partidarios de que cada país tiene que tener sus propias normas y que nadie tiene derecho a decidir sobre otra institución política. Además alegan, que en la mayoría de los casos, son las jóvenes, o niñas, las que se acercan con la excusa de vender algo para luego "insinuarse" y propiciarse así el acto. Destacar que no lo ven como una prostitución, ya que en muchos sitios hay focos explícitos para este tipo de turismo, que a su vez, es considerado de "lujo", por ejemplo, en Chile, los llamados Cafés sin piernas. Evidentemente la postura de las mafias es algo que sobresale, destacar la existencia de espacios donde millones de personas se ven "obligadas" a ejercer este tipo de vida por miedo o por no poder comer. En esta parte es donde la ética es realmente juzgada, pues su defensa más consistente es utilizar la palabra "prostitución" para, de alguna forma, tapar este gran agujero negro.

Por otro lado nos encontramos los que nos oponemos. Es necesario destacar que no hay una edad para mantener relaciones sexuales, claro está, pero que tampoco nadie tiene que obligarte o enseñarte a buscarte la vida de esta forma. Hay miles de artículos que reflejan como más del 60 % de las personas que mantienen las relaciones ya han sido partícipes de algún que otro abuso en casa. Además, resaltar la figura  de todos los menores que están enfrentándose a esto por necesitar comida, como es el caso de muchas niñas que van a "trabajar" para aportar dinero a casa y ven esto como una salida esporádica que deja en ellas más que una consecuencia física, una consecuencia psicológica. Por no hablar de la cantidad de enfermedades que se pueden transmitir, las miles de personas que habrán muerto por violencia en el acto, y los cálculos imposibles para la cifra de todos aquellos que lo hayan sufrido. A todo esto sumarle, la lucha que se está fomentando en muchos países para evitar que haya pedófilos, y para muchos de ellos solo se necesitará un clic delante de una pantalla para viajar a otro destino donde la ley juegue a su favor. No solo hay sexoturismo con mujeres, hay con hombres y niños. Otro dato que es destacable, pues no creo que precisamente sea un recuerdo bonito vivir tu infancia así.


¿Es moral permitir esto? Esa es la pregunta con la que debería haber empezado el comentario, pues no es un tema que escuchemos muy a menudo, salvo cuando algún que otro informativo decide poner un título a su noticia durante 30 segundos; tiempo que no recoge ni una mínima parte del sufrimiento de estas personas. Es horroroso que avancemos tanto en temas como la igualdad, los derechos sociales, y una larga lista de cosas que se quedan en meramente elementos banales. Si tanto creemos que hemos avanzado, deberíamos abrir internet y buscar más allá de una red social y ver qué pasa al otro lado del mundo; cómo es posible que haya personas que tengan que entregarse físicamente a otras solo por tener algo que los alimente; dónde están las instituciones políticas de esos países, los derechos de esas personas y la justicia que tanto creemos haber encontrado. Como reflexión final, voy a relacionar todo esto con la economía, porque al fin y al cabo, lo único que parece mover a muchas personas es el dinero. Hace cuestión de dos o tres semanas, todos los medios de comunicación se hacían eco de una noticia sobre Amancio Ortega, un señor que tiene dinero suficiente para hacer lo que quiera y cuando quiera,  y la gran cantidad económica que había donado para hospitales. Todo el mundo aplaudía su decisión, contentos de que se produjesen avances gracias a estas donaciones, pero lo que no se habían parado a pensar es que  de qué me sirve tener millones si no hay nadie que apueste un solo euro para ayudar a esas personas. No es malo tener sexo con consentimiento, es malo cuando el sexo es la única forma que me permite vivir.


Bibliografía:

https://es.wikipedia.org/wiki/Turismo_sexual

http://elpais.com/elpais/2016/02/12/planeta_futuro/1455295837_663441.html

¡RECUERDA, NO HAY NADA MEJOR QUE SENTIRSE LIBRE!

No hay comentarios:

Publicar un comentario