miércoles, 22 de febrero de 2017

Ruptura de prejuicios.

Tenemos, bajo mi punto de vista, la desgracia de encontrarnos en una sociedad inmersa en desigualdades al confundir justicia con igualdad. Estos dos conceptos son el punto de partida de mi crítica.

En muchas ocasiones pensamos que son lo mismo ambas cosas, pero no es así. Si vamos a un concierto y hay una pared de un metro ochenta, frente a la cual se encuentran dos personas, una de un metro cincuenta y otra de dos metros, es obvio que los dos no verían lo que hay detrás. La igualdad se atribuiría si ambos tuviesen una escalera de un metro, pero lo justo sería que solo la necesitase aquel que realmente no puede ver detrás de la pared.

Una vez introducida esta comparativa voy a meterme directamente con el tema. He decidido realizar mi crítica sobre los prejuicios que se tienen con los padres e hijos ya que, en numerosas ocasiones, consideramos que la postura de la madre es la más adecuada y que nadie mejor que ella sabrá querer, apoyar y cuidar a un hijo.

Me gustaría poder defender a los padres, a aquellos que quedan en segunda fila y a los cuales se les atribuye los prejuicios que numerosos tienen. Quizás muchos penséis que soy abogado del diablo y que lo que digo no tiene sentido, pero me basta quedaros un video para que podáis ver que no se es mejor o peor porque me haya criado con una de esas figuras, que hay padres que son madres, abuelas y toda la familia junta, que el amor que se siente entre ellos es más real que el sol y la luna, que todos tenemos derecho a poder tener una educación con ellos y que, como hija, me encanta poder ver a mi madre y a mi padre como dos pilares en mi vida que se complementan para poder complementarme a mi.

Mi padre también tiene derecho a verme crecer, a vernos crecer juntos, a ser dos, a ser uno.
¡RECUERDA, NO HAY NADA MEJOR QUE SENTIRSE LIBRE!

8 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo Arantxa. Es cierto que los datos son los datos. Pero es relamente entristecedor e injusto que a la hora de una separación, el papel del padre quede relegado a segundo plano, y simplemente se limite a ser un mero visitador dos días a la semana y fines de semana alternos. Un niño necesita a su madre y a su padre, y no debe ser el que más sufra las consecuencias de una separación.

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    1. Muchas gracias María, me encanta poder ver que el hecho de ser mujer no nos frena a pedir libertad en una custodia compartida. Un saludo guapa.

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  2. Hasta que no se habla seriamente sobre estos temas, una no se da cuenta realmente de lo que hay detrás. Estoy totalmente de acuerdo sobre todo lo que has mostrado en tu publicación, y pienso que en muchas familias, el que lleva el peso de ella es el padre, pero esto no se toma en cuenta y simplemente se relaciona el hecho de "ser hombre" en hacer lo básico dentro de una familia

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    1. Me encanta que estéis en la misma posición que la mía.Muchas gracias por tu comentario ya que al menos habrás dedicado unos minutos a mi blog. Un beso amiga.

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  3. Como bien dices al principio de tu entrada, ambas figuras se merecen "igual" consideración. Tan importante es uno como lo es el otro, y en muchas ocasiones, como comenta mi compañera María, el padre queda en un segundo plano, y eso no es justo.
    Este vídeo hace que veas el significado del amor de la forma más pura y real, y sinceramente no creo que se deba pensar que es la figura materna la que lleva todo el peso, u otras cosas por el estilo, al menos en el aspecto afectivo. No he podido evitar pensar en mi padre tras verlo y sentir que esas bonitas palabras que se escuchan en el vídeo, yo también las he oído de su boca, y es precioso y gratificante.

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    1. Por mucho que la figura del hombre quede siempre en segundo plano en estos temas tenemos que pedir igualdad para el hombre y la mujer e igualdad es igualdad en todo.

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  4. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Pienso que tan importante es la figura de una madre como la de un padre. En la mayoría de los casos, la palabra "madre" se asemeja al cuidado de los hijos, olvidando que un hombre también puede cuidar, dar cariño y amor a un hijo tan bien como lo hace una madre. También se los atribuye, en numerosas ocasiones, la palabra "torpeza" respecto a ese cuidado, con la que yo estoy totalmente en contra.
    No debemos olvidar que el mayor amor de un padre son sus propios hijos.

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    1. Me encantaría que numerosas madres fuesen como son otros padres.Basta de adjudicar a la gente etiquetas por meros estereotipos, todos tenemos derecho a todo.

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